Poco a poco, según se va difundiendo el concepto de emprendedor, son más y más las personas que me escriben preguntando sobre los orígenes de esta palabra, y la importancia de la actividad emprendedora como factor de desarrollo socio-económico.
Pues bien, vamos a arriesgarnos a simplificar el desarrollo de este concepto a fin de entender sus orígenes. Para comenzar, debemos estar claros de que la palabra emprendedor proviene del vocablo francés “entrepreneur”, y se podría traducir al español como pionero. En cuanto a su utilización como indicativo de personas especiales, hay dos posibles orígenes: algunas versiones indican que desde el siglo 16 se comenzó a llamar emprendedor a toda persona que, como Cristóbal Colón, se lanzaba a la aventura de viajar al nuevo mundo, sin ninguna certeza de lo que su viaje le deparaba, e incluso sin saber si lograría volver. Al respecto quiero decir que si este calificativo hubiese sido aplicado únicamente a aquellos aventureros, que nos sometieron cruelmente a punta de espada y religión; tengan por seguro que esta página no llevaría tal nombre.
Emprendedurismo y desarrollo económico
Hurgando aquí y allá, encontramos otra versión del origen de la palabra emprendedor, más acorde con el concepto que actualmente manejamos, la cual tiene una lógica y sustentación muy documentada. Esta versión histórica nos dice que el término emprendedor fue acuñado en la primera parte del siglo dieciocho, por el economista irlandés-francés Richard Cantillon, quien definió el término como “un agente económico que compra medios de producción a determinado precio, a fin de combinarlos y crear un nuevo producto”. Posteriormente, el también economista francés J.B. Say añadió a la definición de Cantillon que el emprendedor era también un líder que atraía a otras personas, con el objetivo de constituir organizaciones productivas.
Famosos economistas ingleses, como Adam Smith, David Ricardo y John Stuart Mill, interpretaron el término como “Gerentes de negocios”. Sin embargo, posteriormente, ellos llegaron a la conclusión de que ser empresario no requería de habilidad extraordinaria alguna, y que habían subvalorado el significado que en francés tenía el concepto de emprendedor.
Esta afirmación era bastante radical, pues ahora sabemos perfectamente que para ser empresario se requiere de muchas habilidades. Sin embargo, en la actualidad también sabemos que se puede ser empresario sin necesariamente ser un emprendedor. El ejemplo más claro sería el de una persona que hereda una empresa, sin ella haber realizado acción emprendedora alguna para su desarrollo.
Pero volviendo a la historia económica, en 1890, Alfred Marshall, otro economista británico, reconoció formalmente en su libro, Tratado de Principios Económicos, la importancia de los emprendedores en los procesos productivos. Marshall consideraba que son cuatro los factores necesarios para la producción: tierra, trabajo, capital y organización. Según este teórico, el emprendedor es quien al organizar creativamente los otros tres factores, tierra, trabajo y capital, crea nuevos productos o bien mejora los planes de producción de los actuales. También añade que el emprendedor tiene un profundo conocimiento de la industria en que se desenvuelve, es un líder natural y posee la habilidad de prever los cambios futuros en la oferta y la demanda. También gusta de tomar acciones riesgosas, aún con total ausencia de información.
Coincidiendo con Stuart Mill, Alfred Marshall considera las habilidades asociadas con los emprendedores son tan grandes y numerosas, que muy pocas personas pueden mostrarlas en un alto grado. Marshall considera también que las habilidades para ser un emprendedor pueden ser adquiridas, algo que hasta ese momento nadie consideraba.
Marshall también afirma lo siguiente: “Todos los emprendedores poseen características similares, pero a la vez todos son diferentes y su éxito está en dependencia de las situaciones económicas en las cuales desarrollan sus esfuerzos. Esto último lo confirman casos publicados en esta página, como el de la familia Rizo, nicaragüenses, que han logrado un tremendo éxito en la industria láctea de California; éxito que nunca podrían alcanzar en un mercado tan pequeño como el de Nicaragua.
Según ha transcurrido el tiempo, otros economistas han quitado o aumentado atributos que a su criterio caracterizan a los emprendedores, sin ponerse de acuerdo en ello. Pero en lo que sí hay una gran coincidencia es en que los emprendedores son un elemento necesario para el crecimiento económico, y que son grandes tomadores de riesgos, cuando consideran que hay una buena oportunidad para obtener utilidades. Adicionalmente a los que enfatizan la toma de riesgos como principal característica de los emprendedores, hay otra corriente que destaca su carácter innovador.
El economista norteamericano Harvey Leibenstein, añade por su parte que la característica insoslayable de todo emprendedor es la de ser “llenador de vacíos”, en el sentido que tienen la habilidad de descubrir dónde está fallando el mercado para desarrollar nuevos bienes o procesos que el mercado demanda y no se le está supliendo. Es ahí donde los emprendedores conectan diferentes mercados, combinan diferentes elementos y generan productos innovadores que satisfacen demandas insuficientemente satisfechas.
Empresario innovador
El economista austriaco-norteamericano Joseph Schumpeter pone en un lugar central al emprendedor cuando habla del empresario innovador, que es quien al innovar en cualquiera de los aspectos empresariales, introduce nueva dinámica al desarrollo económico de la sociedad. Podríamos decir que a partir de Schumpeter el concepto de emprendedor toma mayor auge y aplicación.
Como podemos ver, es durante el desarrollo de la economía en sus diversos momentos que se llegó a construir un concepto, que en lo general define a los emprendedores como: tomadores de riesgos, coordinadores, organizadores, llenadores de vacíos, líderes, innovadores o imitadores creativos. Características que la mayoría de los teóricos modernos incorporan en sus definiciones de emprendedor.
Emprendedurismo o emprendimiento
Algo que también se me pregunta es lo referente a cuál es el término correcto, emprendedurismo o emprendimiento. Al respecto, vamos a dedicar las siguientes líneas aclaratorias.
En términos generales, toda persona de una u otra manera es una emprendedora, sin embargo hay personas más propensas a realizar actividades emprendedoras, de estas personas se dice que poseen cultura emprendedora.
Cuando existen muchas personas en una sociedad que tienen dicha “cultura”, estaríamos en presencia de una sociedad emprendedora.
Podemos hablar entonces de “emprendimiento” como la actividad iniciada por el “emprendedor” con objetivos y medios para llevarlos adelante.
Finalmente decimos “emprendedurismo” cuando hablamos de los estudios, las dinámicas sociales, las teorías, la herramienta, la política que tiene su foco en el emprendedor o en su actividad en general.
Fuente: elnuevodiario.com
Significado Y Origen Del Concepto Emprendedor
lunes, 5 de noviembre de 2007
Publicado por Shujel en 15:27
Etiquetas: Desarrollo, Educacion
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