La ética en los negocios se describe como se encuentra en answers.com: “Principios morales sobre el comportamiento aceptable e inaceptable de las personas de negocios. Los ejecutivos deben mantener un alto sentido de valores y conducta, mediante prácticas honestas y justas con el público.” Existen varios “pilares” de principios éticos que les permiten a las compañías cumplir con esta definición.
La Confianza del Público
El primer pilar es la confianza del público. Toda compañía trabaja sobre el principio de la confianza del público. Si el público confía en su compañía, recurrirán a ella si sus productos y servicios son mejores que los de sus competidores, su precio es razonable y su compromiso con el servicio al cliente es un factor de motivación primaria. Incluso cuando usted cometa un error o incumpla un plazo, a menos que la infracción sea tan terrible como para perder su confianza, la mayoría de la gente le dará el beneficio de la duda siempre y cuando esto no sea habitual. Este es el resultado más básico de tener una buena reputación en términos de ética empresarial. Si sus clientes confían en usted, automáticamente no pensarán que usted está ocultando algo cuando las cosas salgan mal. Perder esa confianza puede ser devastador. Las compañías que pierden la confianza del público no solo enfrentan problemas, sino que reducen el margen de error que tienen para las malas temporadas. Las ventas se ven afectadas, la moral de sus empleados se ven afectadas y sus clientes empiezan a buscar alternativas.
Uno es lo que come, también se aplica a los negocios
¿Recuerda el viejo adagio que solíamos escuchar en las caricaturas de PSA en la mañana del sábado sobre la dieta, “Uno es lo que come”? Prácticamente, ese mensaje aplicaba al hecho de que si uno mantenía una dieta saludable, uno disfrutaría de una vida saludable. Si uno come basura y no tiene una dieta balanceada, probablemente uno terminará gordo, enfermo, o incluso con una vida más corta debido a enfermedades cardiacas, diabetes y otros problemas de la salud. La caricatura no salía diciendo “come bien o mueres”, pero el mensaje era muy claro: Lo que uno pone en su cuerpo se verá reflejado en su cuerpo. El mismo mensaje aplica al mundo de los negocios en términos éticos. La compañía cuya cultura corporativa refleja una actitud de honestidad y fuertes principios éticos verá esa actitud reflejada en sus empleados, la satisfacción del cliente y en beneficios a largo plazo. Las compañías que son “sombrías” o que adoptan prácticas éticas negativas, eventualmente verán los resultados negativos. ¿Quiere decir eso que toda compañía con una buena cultura ética triunfará mientras toda compañía con una mala cultura ética fracasará? No. Lo que esto quiere decir es que las compañías que se esfuerzan por hacer lo correcto todo el tiempo son más dadas a disfrutar de una cultura corporativa y relaciones con los clientes que la benefician a largo plazo. Esto nos lleva al siguiente pilar.
Unas buenas prácticas éticas no necesariamente llevan al éxito
Muchos gerentes y empresarios asumen que si toman todo desde un fuerte punto de vista ético, todo les saldrá bien en el mundo de los negocios. Esto no necesariamente es así. Usted tiene que tener un plan de negocios fuerte, productos llamativos y ser capaz de cumplir sus compromisos. Lo que le brinda una fuerte cultura ética es una “facilidad de procesamiento” en relación con el entorno en el que usted trabaja, sus relaciones con los clientes y la forma en que sus empleados ven sus trabajos. Si los empleados saben desde el comienzo que la ética es algo altamente valorado, los libra de la necesidad de considerar si deben o no hacer algo ligeramente antiético. Si los empleados saben que un comportamiento antiético no sería tolerado, muy probablemente adoptarán un comportamiento ético frente a eventos empresariales comunes. Las compañías que no tienen una cultura ética fuerte o que tienen malas prácticas éticas, se abren a un mundo de daños continuos. Los empleados de dichas compañías estarán más dispuestos a incumplir procedimientos o tratar a un cliente de mala forma. No darán productos según lo prometido sino que a menudo les darán a los clientes productos y servicios de menor calidad. Lo más importante es que no les importará esto mientras ganen dinero, y esto se verá. Su compañía puede tener la mejor cultura ética posible y sin embargo no tener éxito. Usted tiene que tener un fuerte plan de negocios y las bases financieras así como un programa de mercadeo y ventas exitoso. Usted tiene que cumplir sus plazos y entregar los productos tal como los ha anunciado. Lo más importante es que usted tiene que tener un programa de servicio al cliente consistente que le permite tratar a sus clientes como su objetivo principal. ¿Por qué, entonces son tan importantes unas buenas prácticas éticas si éstas no necesariamente llevan al éxito?
Las prácticas éticas son adoptadas porque son correctas
¿Recuerda a Ebenezer Scrooge? Él era muy exitoso, como empresario y como tirano y avaro. Lo tenía todo en términos financieros, pero el resto de su vida estaba vacío. Cada noche él regresaba a su mansión y pasaba tiempo contando su dinero, que era todo lo que podía hacer porque nadie quería estar a su lado. Ebenezer trataba a sus empleados horriblemente. Constantemente los acosaba, les peleaba y les gritaba y solo les daba libre la navidad de mala gana. Se necesitaron tres visitas de los fantasmas para que Ebenezer finalmente se diera cuenta que había más en la vida que hacer dinero. Sin lugar a dudas la compañía de Ebenezer proporcionaba un buen servicio. Su ética, sin embargo, era algo dudosa. La forma en que trataba a sus clientes y empleados, así como a la comunidad mostraba que solo él era el que se beneficiaba. La única forma en que aprendió fue gracias a un “gran susto”. La historia presentada en A Christmas Carol tiene sus aplicaciones en términos éticos. Usted puede tenerlo todo, dinero, una gran casa, de pronto un bote, pero si usted no tiene los valores básicos, sostenidos sobre unas buenas prácticas éticas, usted terminará de una u otra forma como Ebenezer. Puede que usted no sea visitado por fantasmas, pero su consciencia sufrirá así como su capacidad de lograr una paz mental. Uno no debe mantener unas buenas prácticas éticas porque obtendrá algo a cambio. Uno lo debe hacer porque es lo que se debe hacer. Uno lo hace porque se da cuenta que por más divertido que sea un negocio, realmente es solo una pequeña parte de nuestras vidas. En 500 años nadie recordará el trabajo que hacíamos, y si lo hacen no lo verán ni remotamente parecido a lo que ellos estarán haciendo. Debemos mantener unas buenas prácticas éticas porque es nuestro deber. Debemos cumplir con unas buenas prácticas y principios no por lo que podamos recibir a cambio, aunque la confianza es un gran beneficio, sino porque es importante para nuestra paz mental. Hacemos lo correcto porque debemos hacerlo, no porque podamos obtener algo. Entonces, ¿cuáles son los principios centrales que crean unas buenas bases éticas para una compañía?
Honestidad: No hay nada como la honestidad. Los individuos y compañías que enfatizan en la honestidad sobresalen en el mundo de los negocios que a menudo se reconoce por su deshonestidad. No solo nuestros planes de negocios avanzarán sin problemas, también les estaremos dando a nuestros empleados un obsequio para que puedan cumplir con su trabajo y vidas sin que nada les moleste debido a sus funciones en la compañía.
Compromiso: Les debemos nuestro compromiso tanto a nuestros clientes como a nuestras compañías. Hacer un trabajo sin compromiso con la excelencia es antiético. Tratar a un cliente como si fuese “una venta más” es antiético. Tenemos que apreciar las oportunidades que hemos recibido y tenemos que reflejar ese aprecio en todo lo que hagamos.
Integridad: Tener integridad evita cualquier tentación por producir un producto de menor calidad a la ofrecida o engañar a los clientes. Si asumimos todo con la meta de mantener nuestra integridad, las pequeñas tentaciones por incumplir procedimientos se erradicarán. Si no hay “tolerancia” con la calidad dudosa, entonces la única meta en la que nos concentraremos es en la calidad.
Moralidad: La moralidad es cada vez más y más el punto de atención. Muchos ejecutivos corporativos de altos cargos han sido enviados a la cárcel o han sido multados en gran medida en años recientes debido a que les faltaban los valores morales básicos. Al poseer un código moral fuerte, no siempre elegiremos una opción moral (todos somos humanos) pero en términos de vivir una buena vida y tener una compañía de la que podamos estar orgullosos, elegiremos la opción correcta más a menudo.
Franqueza: Ser franco en todo lo que hacemos nos ayuda a lograr dos cosas además de darnos la reputación de personas correctas. Primero, hace que los demás a nuestro alrededor sean más francos. Segundo, les muestra a nuestros empleados y clientes que ser franco es tan importante como ser honesto. Hay muchos más aspectos relacionados con la posesión y conservación de una cultura ética fuerte. Los diferentes temas enunciados en este artículo son sin embargo las bases que nos permiten crear una confianza del público y crear un entorno de trabajo que le permita prosperar a todos los involucrados. Entonces, ¿tener una cultura ética fuerte quiere decir que siempre tendremos éxito?
No. El fracaso hace parte de la vida tanto como el éxito. Sin embargo, una consecuencia limpia vale más que cualquiera que sea la consecuencia de nuestras acciones y muy seguramente nos permitirá tomar buenas decisiones en la medida que no nos preocuparemos por lo que hicimos ayer.
Questamente www.questamente.com
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