La competitividad que encuentran los jóvenes cuando llegan al mercado laboral tras su paso por la universidad hace que muchos se decanten por matricularse en un máster para tener más posibilidades en una futura selección. El abanico de oferta de postgrados es cada vez más amplio y no solo los recién titulados deciden cursarlo. Ante el volumen de oferta, es necesario que el candidato tenga en cuenta aspectos como el prestigio de la escuela, el tipo de máster que le interesa o las salidas laborales reales. La gran inversión que requiere un máster exige aún más meditar la decisión.
¿Cuándo?
Los expertos destacan que los postgrados aportan una gran seguridad de cara al primer empleo de los recién titulados. Los profesionales se encuentran en el segundo perfil de alumnos que cursan un máster. Muchas escuelas de negocios tienen en su aulas a trabajadores con más de tres años de experiencia laboral y que conocen el funcionamiento de las empresa. Acuden al máster porque en su día a día detectaron la necesidad de ampliar su formación para progresar profesionalmente.
Se trata de trabajadores que vislumbran un futuro esperanzador en su carrera y quiere prepararse para asumirlo. Otro perfil es el del directivo que cree necesario renovar y ampliar su formación para desarrollar su función. También ha aumentado la oferta de estudios para directivos entre los centros de formación empresarial.
General o especializado
Es necesario diferenciar por ejemplo entre másters generalistas, donde el Máster en Dirección y Administración de Empresas (MBA) es el rey, y másters especializados en disciplinas, derecho, calidad ambiental, etc. En la última Feria Internacional de Estudios de Postgrado (FIEP), Rafael Rodríguez y Alberto Álvarez, directores de FIEP, destacaron que el perfil de los demandantes de postgrado es cada vez más heterogéneo debido a que el mercado laboral «obliga a una mayor especialización, factor clave para decidirse a cursar un máster».
Los que optan por un máster generalista, principalmente el MBA, buscan una visión completa de la empresa y abarcan todos los ámbitos que existen en la misma. Éste es el caso de África Chamorro, una joven que decidió matricularse en un MBA y que ahora ha puesto en marcha su propia empresa textil. Reconoce que su formación de postgrado le valió para tener una idea cercana y global de los problemas a los que se iba a enfrentar más tarde.
Los que eligen un máster especializado buscan profundizar en un área concreta o complementar sus estudios técnicos con un postgrados que combinen lo técnico y lo empresarial. José Antonio Calzadilla, ingeniero químico, coincide con sus compañeros de Ciencias Ambientales y de Biología en que el Máster en Calidad, Medio Ambiente y Seguridad de Itae. Considera que en este tipo de formación «n o se trata solo de estudiar sobre normas y leyes, sino de saber resolver entre las mejores opciones para la empresa».
Este alumno cree que el máster especializado es un aval para ganar en seguridad. La escuela de negocios Itae también refleja la evolución en la oferta educativa. Su Máster en Dirección y Administración de Empresas (MBA) inicia la décimo segunda edición y el de Calidad, Medio Ambiente y Seguridad (MCMAS) la quinta.
Presencial y ‘online’
El desarrollo de las nuevas tecnologías ha favorecido la aparición de estudios ‘online’, que compiten ahora en el mercado con los presenciales. Los profesores que defienden el sistema presencial argumentan que en el aula se canaliza el enriquecimiento de los alumnos a través de la experiencia y la aportación de los compañeros. El máster ‘online’ por el contrario se vende en muchos casos como un sistema que ayuda a organizar mejor al tiempo. Algo muy apreciado por profesionales y directivos, que se ven obligado a alternar sus estudios con el trabajo. También se ofrecen semipresenciales, que combinan ambas alternativas.
El prestigio de la escuela
Otra cuestión a tener en cuenta a la hora de matricularse en un máster es la Escuela. El prestigio de la misma puede servir para asegurar que realmente se invierte en una formación de calidad. Los diferentes ránkings que se publican de forma periódica pueden servir de guía.
El proceso de admisión y las bolsas de empleo son otros indicadores del prestigio de la escuela de negocios. En muchos ocasiones los alumnos consiguen una oferta laboral a partir de los contactos de la escuela o de las empresas donde realizan las prácticas. Éste es el caso de Marta Parra, que tras diplomarse en Turismo cursó el MBA de ITAE y ahora trabaja en la misma empresa en la que hizo las practicas. «La confianza y la visión de conjunto» son los dos aspectos que destaca Marta de su paso por el MBA.
Por último, también hay que tener en cuenta el claustro de profesores, los expertos recomiendan que la docencia la impartan también profesionales de la materia, así los alumnos reciben la visión práctica del módulo. A esta visión práctica también ayuda la metodología. La mayor parte de los postgrados, y sobre todo los MBA, utilizan el ‘método del caso’, donde se analiza la situación de una empresa en un momento concreto y se plantean una serie de decisiones. Este sistema permite que el alumno a tome decisiones de forma continua.
Financiación
El máster supone una inversión importante. La duración del mismo y la tipología determina el coste final. Por eso, casi todas las escuelas ofrecen financiación aplazada a sus alumnos. Otra posibilidad que tienen los interesados es dirigirse a las entidades financieras, muchas de ellas han diseñado en los últimos años productos financieros, ‘créditos máster’, que permiten a los estudiantes hacer frente al coste del máster en varios años.
Fuente: hoy.es
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